Durante la primera década del siglo XXI los precios de los productos agrícolas alcanzaron records históricos, y su comercio global casi se triplicó. Pasada esa etapa, ahora presenciamos una caída en sus valores. Esto ha llevado a una situación paradojal, donde se busca compensar esa reducción de precios mediante un aumento en los volúmenes exportados. Como resultado, se promueve aumentar la intensidad o la superficie cultivada, manteniendo o incrementándose la presión sobre la Naturaleza.
Los precios de las materias primas, y dentro de éstas, de los bienes agrícolas y ganaderos, mostraron una importante elevación. Se alcanzaron picos históricos, por ejemplo, que superaron los 6oo dólares por tonelada de soja. Pero desde fines de 2012, los valores comenzaron a caer, con un declive más pronunciado en 2015.
Es así que el descenso, en promedio, del precio internacional de los agroalimentos fue de aproximadamente 16% al cierre del año 2014, siendo los cereales y oleaginosos, en particular trigo y soja, los que registraron mayor caída. En los extremos se encuentran por ejemplo de un lado los lácteos con un descenso en sus precios del 31%, mientras que para otros la caída fue un poco menos pronunciada como las carnes (13%, en conjunto). Las estimaciones para este año si bien son menos pesimistas, indican que la tendencia decreciente persistirá a un ritmo de 5% promedio anual.
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Texto: Mariela Buonomo
Artículo original publicado en:http://agropecuaria.org/2016/05/caen-los-precios-internacionales-de-los-agroalimentos-pero-persiste-la-presion-sobre-la-naturaleza/