El próximo jueves 17 en instalaciones del Museo Nacional de Etnografía y Folklore (MUSEF) de la ciudad de La Paz, en acto de entrega presencial, el sacerdote jesuita Xavier Albó, experto en lingüística y antropología, recibirá el Premio Internacional Linguapax 2015 por su aporte a la promoción de la diversidad lingüística y de la educación multilingüe en las comunidades indígenas de Bolivia. En este marco, también, se realizará y el conversatorio “Diversidad Lingüística y educación intercultural en Bolivia” con la participación de expertos e investigadores quienes analizarán y debatirán sobre la temática, el evento es organizado por el Centro de Investigación y Promoción el Campesinado (CIPCA).
El antropólogo y sacerdote jesuitaestudioso del aymara, quechua y guaraní, que actualmente, radica en la ciudad de El Alto, La Paz, nació el cuatro de noviembre de 1934 en La Garriga (Catalunya, España). A sus 16 años, ingresó al noviciado de la Compañía de Jesús, posteriormente realizó estudios en Humanidades en Cochabamba (1952 al 54) y luego en la Universidad Católica del Ecuador, Quito (1953 al 54). Albó es licenciado en Teología, de la Facultad Borja, Barcelona (1961) y de la Loyola University, Chicago (1964); y doctor en Filosofía por la Universidad Católica del Ecuador, Quito (1958), además doctor en Lingüística Antropología por la universidad de Cornell, Nueva York (1966 al70). Tambien se ha desempeñado como miembro del consejo académico de la maestría en antropología de la Universidad La Cordillera y del doctorado en Desarrollo del CIDES (2002), además ha sido coordinador latinoamericano de jesuitas en áreas indígenas (1995) y miembro de la Academia Boliviana de Historia Eclesiástica (1995). Es autor de más de un centenar de títulos, que pueden encontrarse en la Biblioteca de la Fundación Xavier Albó.
En 1971, Xavier Albó cofundó con Luis Alegre el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), del que fue el primer director hasta 1976. Hasta la fecha se ha desempeñado como investigador antropólogo, miembro del equipo de la Unidad de Acción Política (UAP). Entre 1978 y 1994 fue miembro del Consejo Nacional de Planificación (CONAP), y fundador y miembro del directorio del Programa Nina, entre otras membresías.
Participó en la Huelga de Hambre durante la dictadura banzerista, pidiendo amnistía general e irrestricta para presos y exiliados políticos del régimen que en los días siguientes se expandió a más de mil huelguistas por todo el país.“Nunca olvidaré aquellos 19 días de huelga de hambre en apoyo a las otras cuatro mujeres mineras con sus 15 hijos, junto a Lucho, Domitila Chungara y otros ocho”.
El 2 de agosto de 2014, con una emotiva misa, Xavier Albó celebró los cincuenta años de su sacerdocio. En su mensaje destacó cuatro hitos fundamentales de su trayectoria: Haber ingresado a la Compañía de Jesús, llegar a Bolivia (y aprender quechua), lo que calificó como un “volver a nacer, en una nueva patria; su ordenación sacerdotal en Barcelona, el 30 de julio de 1964, junto con Claudio Pou y Antonio Menacho; y haberse desempeñado, durante diez años, como primer coordinador de la Red Latinoamericana de Solidaridad y Coordinación de los Jesuitas con Indígenas.
Para conocer mejor a Xavier Albó, hay que remitirse a sus propias palabras: “Podría sintetizar que mis 50 años de sacerdocio más los otros previos de preparación, se han caracterizado por un proceso de apertura creciente a los “otros” distintos, con particular énfasis en los pueblos indígenas y marginados política, económica y religiosamente, para ir descubriendo juntos, con ayuda del Espíritu, los inescrutables misterios de Dios Padre-Madre y de su Hijo Jesucristo que nos manda amarnos y perdonarnos unos a otros, no para imponerles “mi, nuestra” verdad, por muy firme que la sintamos, sino para ir descubriendo juntos –inter-lo que-sea– esos insondables misterios y los de la vida en este y el otro lado del umbral estrecho de la muerte en nuestra clave, en la de los budistas, la de los adivasi de la India o cualquier otra” (Palabras en la ceremonia de celebración de sus 50 años de sacerdocio).