Un reciente estudio de la Organización Internacional del Trabajo muestra que un 58,6% de los menores de 5 a 17 años de edad están empleados en la agricultura, seguido del sector servicios (25,4%), la industria (7,2%), el trabajo doméstico (6,9%) y un sector no definido (1,9%), sobre una estimación de 168 millones de niños en el mundo que están activos económicamente para sobrevivir.
El trabajo peligroso por poner en riesgo la salud de los menores, su seguridad o moralidad emplea a más de 85 millones de niños y niñas, según el informe “Medir los progresos en la lucha contra el trabajo infantil – Estimaciones y tendencias mundiales entre 2000 y 2012”. A pesar de ello las cifras generales han disminuido en casi un tercio y más aún en el caso de las niñas. El estudio considera que la baja del empleo de niños puede ser atribuida a dos razones: que las economías en desarrollo se recuperaron más rápido del efecto de la crisis, por tanto las familias no necesitaron recurrir al trabajo infantil; o que el lento crecimiento económico después de la crisis haya desincentivado la demanda de mano de obra, incluida la de los niños.
Una mirada a nivel sectorial muestra que casi el 59% de los niños está empleado en la agricultura, eso es más de 98 millones de niños en términos absolutos. El sector servicios absorbe 54 millones en hoteles y restaurantes, comercio al por mayor y por menor, mantenimiento y reparación de vehículos, transporte, otros servicios sociales y personales, y el trabajo doméstico. El sector industrial emplea a 12 millones, y esto incluye la construcción, la minería y la manufactura.
A pesar de los avances, los expertos de la OIT consideran que el ritmo de los progresos es “demasiado lento” para llegar a la meta de eliminar en 2016 las peores formas de trabajo infantil. “Los niños que crecen libres del trabajo infantil tienen la posibilidad de ejercer plenamente sus derechos a la educación –dice el informe–, el esparcimiento y el desarrollo saludable, lo que a su vez les facilita la transición al trabajo decente tras completar su educación y les ayuda a convertirse en miembros que contribuyan a la sociedad cuando sean adultos… El trabajo infantil puede poner en peligro seriamente la salud y seguridad inmediata de los niños, así como su estado de salud más adelante en la vida.
Este es particularmente el caso de los niños involucrados en las peores formas de trabajo infantil. El trabajo infantil también pone en peligro la capacidad del niño para matricularse y asistir a la escuela, así como para sacar provecho del tiempo que pasa en las aulas”.
En Bolivia se calculan 848 mil niños y niñas trabajadores, entre las edades de 5 a 14 años, expuestos a 23 actividades peligrosas y riesgosas, entre ellas la de peón de labores agrarias, cría de ganado extensivo, trabajo forestal, vendedor de comercio nocturno, modelo de modas con la erotización de su imagen, trabajadora del hogar (cama afuera), asistente de mingitorio en horario nocturno, picapedrero artesanal, operador de amplificación, carpintería, albañilería y cuidador de vehículos en horario nocturno.
El informe de la OIT afirma que la mayor parte de los niños sometidos a trabajo infantil vive en los países pobres, pero no es exclusivo de ellos porque cerca de 93,6 millones están en países de medianos ingresos, de los cuales 12,3 millones viven en países de ingresos medianos altos, y 74,4 millones están en países de bajos ingresos.
Hasta ahora los resultados más importantes en la reducción del trabajo infantil han sido el aumento de los mecanismos de supervisión, la especial atención a los niños expuestos a mayor riesgo, la política nacional sobre trabajo infantil, el retiro y rehabilitación de los menores, la prevención, los planes de acción aplicados, sanciones penales o de otra índole, la prohibición del trabajo peligroso, las prohibiciones legislativas relativas a la trata de personas, las medidas para garantizar la educación básica universidad, entre otras.
Referencia bibliográfica
Medir los progresos en la lucha contra el trabajo infantil – Estimaciones y tendencias mundiales entre 2000 y 2012. Organización Internacional del Trabajo – IPEC. 2013.