Un conflicto diplomático entre la Argentina y Paraguay amenaza con hacer fracasar la cumbre de presidentes del Mercosur que tendrá lugar el 16 y el 17 de este mes en Foz de Iguazú.
Paraguay no asistirá a la próxima cumbre del Mercosur si no se destraba esta semana el conflicto que golpea al comercio exterior local. Esto es más que un problema bilateral, apuntó el canciller Lacognata.
"Si no podemos garantizar el libre tránsito de nuestros productos dentro del Mercosur, ¿de qué Mercosur estamos hablando?". Estas palabras del canciller Héctor Lacognata sustentan la decisión de Paraguay de llevar al ámbito del bloque regional su reclamo por el bloqueo a la flota local por parte de los portuarios argentinos.
Hace más de un mes que los obreros marítimos de la nación vecina no prestan los servicios de remolcadores a los barcos con contenedores que circulan desde o hacia Paraguay, lo que pone en riesgo al 80% del comercio exterior local.
Ante esto, el secretario de Estado anunció ayer que el Gobierno decidió ir un paso más allá de la vía diplomática y condicionó su asistencia a la cumbre semestral del bloque Mercosur en Foz de Iguazú (16 y 17 de diciembre) a la solución del problema esta semana.
En la cumbre, Paraguay debe asumir la presidencia temporal del bloque que integra junto a Argentina, Brasil y Uruguay.
"Si en esta semana este conflicto no tiene una definición favorable a los intereses paraguayos, Paraguay definiría este fin de semana la conveniencia o no de asistir a la cumbre del Mercosur a realizarse en Foz de Iguazú", declaró el canciller luego de reunirse con el embajador argentino Rafael Romá y dijo que había transmitido la decisión a los embajadores de Brasil y Uruguay acreditados en Asunción.
"A nosotros nos parece que no están dadas las condiciones para seguir profundizando la firma de acuerdos y documentos dentro del Mercosur hasta tanto no esté garantizado el cumplimiento del artículo 1 del Tratado de Asunción, el acuerdo marco que da origen al Mercosur, que es el de libre tránsito de mercadería, bienes y productos", apuntó Lacognata.
El Gobierno, agregó, se reserva el derecho de resolver en su momento la toma de otras medidas en el ámbito bilateral, aunque "en este momento nuestro objetivo es que el problema sea asumido como conflicto al interior del Mercosur".
GARANTÍAS. Por su parte, el embajador argentino dijo que el tema se trató en el marco de la Cumbre Iberoamericana celebrada en Mar del Plata la semana pasada y que su Gobierno estaba haciendo gestiones para conformar una mesa de negociación con los armadores y trabajadores del sector en su país. "El conflicto es pura y exclusivamente entre los gremios portuarios (argentinos) y los armadores de Paraguay", señaló Romá.
Pero Lacognata, si bien reconoció que las trabas tienen un origen gremial, argumentó que el Gobierno argentino "tiene la obligación, por el derecho internacional, de garantizar el libre tránsito de nuestros productos, no puede dejar en manos de un sindicato el arbitrio (para) que nuestros productos pueda circular por la hidrovía".
TRABA MOYANISTA, SEGÚN CLARÍN
La medida de fuerza que está paralizando el comercio exterior paraguayo es impulsada por el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos de Argentina (SOMU), que comanda el gremialista moyanista Omar Suárez. Esto, en solidaridad con el gremio marítimo de Paraguay (SOMUPA) que creó el propio Suárez, cercano al poderoso Hugo Moyano, líder de la Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina, según fuentes sindicales citadas por el diario bonaerense Clarín.
En medio del conflicto trascendió que la única empresa que está operando cargas a Paraguay es la firma CONAY, que pertenece al grupo Maruba que tiene como director precisamente a Omar Suárez.