Los ríos juegan papel esencial en el funcionamiento eficiente de los ecosistemas terrestres y acuáticos; son los sistemas de drenaje de agua, humedad, cuencas y subcuencas que propician un equilibrio preciso de los niveles y volúmenes de los medios líquidos, humedad y suelos.
Toda la red de lagos, lagunas, riachuelos y el río mismo mantienen este equilibrio. El río entonces no sólo es el cuerpo de agua que atraviesa una región sino todo el área de absorción de agua y humedad que puede ser enorme como el río Mantaro o puede ser menor como el caso de tributarios: Toda actividad que ocurre en esta área o cuenca influye sobre el río y todo cambio en el río por pequeño que sea influye sobre la cuenca.
El río Mantaro llamado también Hatunmayo (río Grande) nace contaminado el 100% del lago de Junín, Chinchaycocha o de los Reyes que está a 4081 msnm, que se halla en los departamentos de Cerro de Pasco y Junín; después de recorrer 724 kilómetros los departamentos de Junín Ayacucho y Huancavelica, se une al río Apurímac, para formar el río Ene, tributario del río Amazonas.
Al atravesar el Valle del Mantaro; con sus aguas contaminadas se irrigan las 11,000 hectáreas de la superficie agrícola del Valle; investigadores canadienses y noruegos recomendaron no utilizar estas aguas contaminadas especialmente con metales pesados sino previo tratamiento. Sus aguas se utilizan también para generar electricidad, en las hidroeléctricas de Malpaso Oroya y Santiago Antúnez de Mayolo y Restitución, Huancavelica, que producen 350 MW y proporciona el 50% de la energía eléctrica del país.
El río Mantaro que brindaba gratuitamente a sus pobladores agua limpia para consumo humano, de los animales, irrigación de los cultivos y fuente de proteínas en forma de peces, aves y anfibios; manejaba los desechos de los pueblos y proporcionaba transporte y recreación; por su belleza estética inspiraba la imaginación, impartía tranquilidad y promovía la paz entre los habitantes de su ribera.
En un país como el nuestro donde la mayoría de la población sigue pobre, el río, sus servicios y sus productos son importantes. El no tener plata cuando abunda la leña, los peces y el agua pura no era tan grave como ahora que no hay leña, ni peces, ni agua para beber e irrigar los cultivos.
El río Mantaro es la cloaca o desagüe de las mineras: Volcan, Brocal, Huarón, Animón, complejo metalúrgico de la Oroya, San Cristóbal, Carahuacra, Morococha, Austra Duvas, Manuelita, Anticona, Calera Cut-off, Andaychaua, Marta, Huachocolpa, Recuperada, Julcani y Cobriza y los 67 centros mineros cerrados. Se calcula que estas mineras eliminan cerca de 100,000 toneladas sólo de relaves por año.
El río Mantaro nace del lago de Junín ya contaminado el 100% especialmente por metales pesados que no se alteran y en cantidades elevadas: cobre y cadmio 4 veces más que lo permitido, plomo 13 veces más y hierro más de 30 veces y en ciertas veces del año 130 veces más ( Horgan 2001).
Las concentraciones de los metales pesados son elevados: plomo en vegetales a 12 kilómetros de la Oroya 1750 ppm, Pilcomayo 113 ppm y Chupuro 60 ppm, permitido 10 ppm; manganeso en vegetales a 12 kilómetros de la Oroya 1375 ppm y Chupuro365 ppm, permitido 200 ppm; fierro río Anticona 4450 ppm, en vegetales Pilcomayo 2375 ppm, Sicaya 3045 ppm y Chupuro 2710, permitido 600 ppm; zinc en vegetales a 12 kilómetros de la Oroya 1060 ppm, Pilcomayo 595 ppm y Chupuro 410, permitido 120 ppm; plomo en los suelo a 12 kilómetros de la Oroya 3010 ppm, Pilcomayo 2070 ppm y Chupuro 1150 ppm, permitido 200 ppm; cadmio en los suelos a 12 kilómetros de la Oroya 55 ppm, Pilcomayo 14 ppm y Chupuro 10 ppm, permitido 0.5 ppm; zinc en los suelos Upamayo 1145 ppm, a 12 kilómetros de la Oroya 2090 ppm, Pilcomayo 7700 ppm y Chupuro 5000, permitido 250 ppm; materia orgánica Upamayo 25 %, Huayre 24.5 %, Pilcomayo 1.5 %, permitido 1.5%; en el sedimento del río Mantaro después de la fundición de la Oroya arsénico 9000 ppm, margen izquierda del río Mantaro a 200 metros aguas abajo del Puente Stewart 1050 ppm, bocatoma del canal del margen derecho del río Mantaro antes del Puente Stewart 1000 ppm, Sicaya 900 ppm y Chupuro 850 ppm, permitido 50 ppm; plomo en río Quiulacocha 99000 ppm, río Yauli antes de llegar al Mantaro 98000 ppm, río Mantaro después de la fundición de la Oroya 30,000 ppm; río Mantaro a 500 metros aguas debajo de la confluencia con el río Huari 10000 ppm, permitido 600 ppm; sólidos suspendidos totales río Yauli antes de su confluencia con el río Mantaro 750 mg/l, río Mantaro antes de su confluencia con el río Huari 900 mgs/l, Sicaya 800 mgs/l y Chupuro 800 mgs/l, permitido 100 mgs/ (Contraloría General de la República. Proyecto Alfa 2000).
El 3-10-2003 se publicó la Ley N° 28082, que declaraba en emergencia la cuenca del río Mantaro; hasta la actualidad las autoridades locales, regionales y nacionales no hicieron absolutamente nada; el río Mantaro sigue profundizándose su contaminación. Las autoridades de Sierra Exportadora aseguraron descontaminar el río Mantaro en 2 a 3 años y descartaron que la contaminación ambiental del Valle del Mantaro perjudique la producción de alcachofa para la exportación; es un exceso de optimismo.
La ONG Cáritas pretende descontaminar el río Mantaro por la persuasión a razón del 18 % por año (Cáritas. Proyecto Mantaro Revive 2006). Las actividades para disminuir la contaminación deben ser realizadas por el estado; el estado está ausente en los problemas medio ambientales por no tener política medio ambiental de estado.
El lago de Junín, el río Mantaro, las subcuencas del río San Juan, río Anticona, río Yauli y otros forman una unidad hídrica; sí se tiene la intención de disminuir la contaminación del río Mantaro, se deben realizar gestiones para disminuir la contaminación de todos los componentes de esta unidad hídrica y sus alrededores
El río Mantaro nace contaminado en el 100% del lago de Junín; al inicio de su recorrido recibe las aguas contaminadas del río Anticona que trae los agentes contaminantes de las minas Huarón y Animón; al llegar a la Oroya profundiza su contaminación al recibir las aguas contaminadas del río Yauli y del complejo de la Oroya.
El complejo de la Oroya, según su PAMA elimina tóxicos líquidos por 37 afluentes, solamente monitorea 12 (Cederstav 2002) y en toneladas por día eliminaba cerca de 3000 de bióxido de azufre, 2500 de plomo, 2500 de arsénico, 20 de cadmio, 20 de material particulado y otros solamente por la chimenea más grande de 167.500 metros de altura; además elimina 24,000 tonelada de tóxicos de la fábrica de coke, más lo que se elimina por las 94 chimeneas pequeñas y del incinerador industrial ( PAMA 1996). Otra fuente que aumenta la contaminación a la altura de la Oroya es el Túnel de Kingmill por donde eliminan sus agentes tóxicos las minas que trabajan en las inmediaciones de la laguna de Huascacocha; tiene un caudal promedio de aguas ácidas de 1.16 metros cúbicos por segundo, que desagua al río Yauli.
El río Yauli es represado con fines energéticos y cada mes esta represa que está a la altura de Cut-Off es abierta, eliminándose los sedimentos y el agua almacenada; intensificándose más aún la contaminación y adquiriendo el río un color marrón anaranjado.
La compañía minera Chinesco que compró la mina de Toromocho en 792 millones de dólares a la minera Copper que pagó dos millones de dólares, ocasionará mayor contaminación del río Mantaro, a pesar que esta compañía dijo que ocasionará cero contaminación. Esta mina tiene las reservas de minerales más elevadas del mundo; superan los dos mil millones de toneladas de mineral principalmente cobre, molibdeno y plata; procesará por año 54 millones de toneladas, durante 33 años. Con esta contaminación colapsará el río Mantaro; contaminará el aire, suelos, el agua subterránea y generará la lluvia ácida.
La muerte del río Mantaro, de su biodiversidad y alteraciones de los ecosistemas por la contaminación ha ocasionado también la muerte de la cultura, identidad e historia wanca, que nacieron del río; para entenderlo hay que amarlo.
Texto: Godofredo Arauzo Chuco / Servindi
Fotografía: Servindi
Artículo original disponible en: https://www.servindi.org/actualidad-opinion/01/08/2016/el-rio-mantaro-se-resiste-morir