La Décima Primera Versión del Concurso Anual para Jóvenes (2022), convocó a presentar postulaciones en las categorías ENSAYO y CARTEL sobre el tema “Historias de vida de personas, familias y comunidades que viven y resisten el devaste de sus territorios por acciones de origen antrópico"; dirigido a mujeres y hombres jóvenes, entre 22 y 35 años de edad, estudiantes, líderes y miembros de organizaciones sociales, investigadores, activistas, docentes, gestores de políticas públicas, que concentran su actividad en el ámbito del desarrollo rural de base campesina indígena en los países sudamericanos. La respuesta a tal convocatoria fue de 75 jóvenes procedentes de Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
Tras un proceso de evaluación desde las instituciones, investigadores y artistas aliadas al IPDRS y un proceso de consulta popular en la categoría de Carteles que se incorporó a la decisión final, tenemos a las y los ganadores del Concurso Sudamericano para jóvenes de 2022.
De ambas categorías destacamos una enorme sensibilidad por comprender la devastación territorial por causas antrópicas y la correlativa crisis climática. Esta sensibilidad permite acceder a su vez a una serie de historias de vida personal, familiar, organizativa y comunitaria que además de resistir se atreve a protagonizar, a forjar la re-existencia y reparar, contener, los múltiples daños que sufre la biodiversidad en estos tiempos.
En la Categoría Ensayos accedimos a una privilegiada mirada para asomarse al cambio climático, el quehacer rural y la producción de alimentos sanos, la restitución de suelos, la sabiduría e identidad indígena. Destaca como en otras versiones del concurso, la potencialidad de la primera persona, la ubicación de un locus de enunciación que expone una subjetividad y empatía respecto a las y los protagonistas de la historia, una alianza que, en el IPDRS, consideramos un movimiento por la tierra y territorio único y a la vez multiplicador.
En la Categoría Carteles las propuestas nos llevan a la terrible escena de los incendios forestales que, año tras año, sufre la Amazonía sudamericana. Estos desastres son combatidos en múltiples territorios, cuerpo a cuerpo, por mujeres y hombres, bomberos. Esta lucha y este trabajo no sólo es asumido por bomberos profesionales, sino también por campesinos, indígenas, activistas y voluntarios que deciden defender la vida, ante la muerte. El devaste territorial es entonces, los incendios forestales provocados, el despojo territorial a favor por los monocultivos comerciales, legales e ilegales, las enfermedades provenientes de las fumigaciones, la minería y contaminación. Cuidar los animales, los pequeños tesoros del bosque e insistir en la reproducción cultural y vital, en el nacimiento, el cuidado y el alimento es la máxima expresión de que la resistencia es finalmente, el protagonismo de múltiples historias de vida y apuestas por la defensa territorial.