Junto a una veintena de participantes, el 20 de abril inició la Escuela de gestión y liderazgo dirigida a dirigentes guaranís de Macharetí, Huacaya y Villamontes. Las y los participantes, en su mayoría jóvenes menores de 35 años, trabajaron sobre un enfoque de defensa de derechos humanos, revisaron los derechos fundamentales, los derechos de las mujeres, los derechos de los pueblos indígenas y el ejercicio de la jurisdicción indígena originaria, suscritos en la Constitución Política del Estado Plurinacional, en convenios internacionales y leyes específicas.
Durante el año 2021, se realizó un proceso de socialización y priorización de problemáticas y propuestas en los municipios de Macharetí y Huacaya, y el producto de este trabajo son dos agendas (Macharetí https://bit.ly/3MHkGZv; Huacaya https://bit.ly/3EVlaZk) que sistematizan toda la información y propuestas recabadas.
La Escuela de gestión y liderazgo tiene como objetivo “fortalecer las capacidades de las y los participantes para el desarrollo de su función de promoción del desarrollo económico de sus comunidades y el acceso de las mujeres a sus derechos políticos, económicos y sociales”, y retoma las agendas elaboradas en Macharetí y Huacaya durante el año pasado, para generar planes de acción en cuatro módulos presenciales.
El primer módulo se realizó en dos jornadas de trabajo (20 y 21 de abril de 2022), las y los participantes pudieron aproximarse a una serie de documentos que suscriben derechos. Se instauraron espacios de discusión con el objetivo de intentar dar concreción a las propuestas inscritas en las agendas mencionadas.
De tal forma, se trabajaron temas que emergen del contexto post pandemia, como la necesidad de que los médicos tradicionales y parteras del territorio sean reconocidos como parte del servicio público de salud, por su aporte y trabajo, y reciban una justa remuneración; y como la pertinencia nutricional del desayuno escolar en las comunidades para que las y los niños den continuidad a sus estudios, posibilidad que estuvo en crisis con la suspensión de clases o la imposición de formatos digitales y virtuales que no eran accesibles para todas las familias guaranís.
Otro tema identificado para llevarlo a la acción fue la recuperación de semillas nativas de maíz, pues la población está viviendo un contexto muy adverso en términos climáticos y que ha derivado en la cosecha más escuálida de los últimos años. Si antes el maíz cosechado les aseguraba el autosustento alimentario y el acceso al mercado, la última cosecha apenas podrá satisfacer la alimentación de las familias. Entonces, el grupo que identificó el tema, planteó una serie de acciones para incentivar la producción de semillas nativas de maíz, más resistentes, y formar semilleristas en las comunidades de las 11 capitanías del Concejo de Capitanías del departamento de Chuquisaca – CCCH.
La necesidad de vigilancia y exigibilidad de presupuesto exclusivo para promover la participación política de las mujeres, también fue planteada como un tema prioritario en la Escuela de gestión y liderazgo del Chaco. Con el reconocimiento de que las mujeres siempre han cumplido un papel importante, de las muchas batallas que tuvieron que emprender y demostrar sus capacidades; y, además, con la constatación de que en los POA municipales no existen recursos abocados a mejorar la situación y estimular la participación política de las mujeres guaranís, plantearon realizar una acción de incidencia municipal y departamental.
Finalmente, la preocupación principal se planteó en dos temas, la defensa de los ojos de agua y la necesidad del reconocimiento y protección de los bosques comunitarios. En ambos casos se identificó en los antecedes a las exploraciones sísmicas que han incursionado en los territorios guaranís y cuyos resultados, a la larga, han ocasionado muchas pérdidas de ojos de agua, afectando al medio ambiente y poniendo en riesgo la salud de las personas.
Las rutas de acción que se identificaron en el taller, se refirieron a generar mejores mecanismos para la consulta previa, una socialización concreta y transparente con toda la población sobre el proceso de la exploración, así como las consecuencias que traerán estas acciones. Se planteó la necesidad de recibir capacitación para comprender los informes técnicos, licencias ambientales y registros; y principalmente, manifestaron que el momento de la consulta debe realizarse al momento de firmar los contratos –entre el Estado y las empresas– y no cuando las empresas ya están en los territorios.
Los mecanismos deben estar normados desde las organizaciones territoriales para que no existan negociaciones con personas intermediarias, ni haya la posibilidad de que las empresas “compren” a algunos dirigentes para obtener firmas y acuerdos, y se respeten los procedimientos propios, los usos y costumbres para una decisión colectiva.
Otro grupo planteó la necesidad de trabajar en una ley de protección y conservación de bosques y áreas protegidas, lugares sagrados y biodiversidad en las comunidades, que no siempre coinciden con las áreas protegidas reconocidas por el Estado, y que las empresas o grandes propietarios, no respetan en sus incursiones. La ruta de acción que plantearon se refirió a una movilización desde las capitanías zonales hacia el ámbito departamental, con el Concejo de Capitanías de Chuquisaca – CCCH y una acción de incidencia en la Asamblea departamental de Chuquisaca, a partir de la elaboración del proyecto de ley con participación de las 11 capitanías que compone la CCCH, el levantamiento de información en cada capitanía y comunidad, la sistematización de datos para conformar la ley, la socialización en borrador de proyectos de ley en las 11 capitanías de la CCCH, la presentación de proyectos de ley a la gobernación, a la asamblea de Chuquisaca y el seguimiento a esta ley.
El siguiente módulo de la Escuela de gestión y liderazgo se propone abordar la “planificación y formulación de planes, propuestas en economía, mercados y la situación de las mujeres” y será realizado en el mes de mayo del presente año. La Escuela de gestión y liderazgo es una iniciativa del IPDRS y cuenta con el apoyo financiero del Ayuntamiento de Sevilla, Ayuntamiento de Málaga y Manos Unidas.