Nilda Anti, productora agroforestal, comunidad campesina del Sena, 21 de febrero 2022. Foto: Lorenzo Soliz, IPDRS.

El cambio climático, con altas temperaturas, sequía, cambios y variaciones en el régimen de lluvias está provocando nuevos efectos en la vida de las familias de la Amazonía. El año 2021 fue uno de los más calurosos de los últimos años, según indican pobladores de esta macroregión, y según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología, SENAMHI, las temperaturas alcanzaron niveles poco usuales, con 36 y 40 grados en algunas semanas del periodo seco en esta región.

“Ya estamos a finales de febrero y aunque ha llovido nomas este año, creo que la sequía del año pasado afectó mucho y el nivel del agua de nuestro arroyo sigue bajo, mire la marca… el nivel del agua debería estar arriba…” señala preocupada una comunaria de San Antonio del Matty, Puerto Rico.

No es el único caso, varias comunidades que visitó el IPDRS en este mes de febrero recién pasado muestran similar situación, con niveles bajos del agua de donde se aprovisionan las familias para su consumo.

Grupo focal en San Antonio, del Sena, analiza capacidades para afrontar amenazas de desastres naturales, 18 de febrero 2022. Foto, Lorenzo Soliz, IPDRS.

Igualmente familias productoras que han optado por implementar sistemas agroforestales, ven que los productos como el copuazú, están secos en la mazorca cuando deberían tener jugo y pulpa para consumir y vender.

“… el  copuazú está produciendo seco, no hay producto para vender. El año pasado ya vendí harto copuazú y ahora nada… yo creo que es la sequía y el calor del año pasado que ha afectado, y porque ahora en enero todo el mes no ha llovido por aquí…. En algunas plantas las flores y frutos pequeños se secaron”, expresa una productora de la comunidad del Sena.

En ese marco sigue siendo importante la implementación de planes de manejo de bosques en sus diversas modalidades; los sistemas agroforestales, el chaco sin quema; un mayor conocimiento sobre el cambio climático y mayor conciencia ambiental. Evitar la deforestación y los incendios forestales de áreas de bosques productivos; limitar la ganadería con silvopasturas y agricultura a las zonas aptas para esa actividad; evitar prácticas inadecuadas como la tala de palmeras de asaí –que evidenciamos en terreno- y de cacao, según testimonio de familias productoras –no recolectoras-, y la extracción de madera sin cumplimiento de las normas; evitar la ‘recolección extractivista’ de la castaña en que solo interesa el producto y no el bosque, entre otros.

Los bosques proveen productos como la castaña, maderas, asaí, majo, cacao, sinini, entre otros. También tienen otras funciones y aportes en varias dimensiones de la vida, entre ellas la de captación de agua y recarga de acuíferos, que dan vida a las personas y comunidades, y a la biodiversidad de los territorios.

Consuelo Rivero, productora de chaco sin quema y Concejal municipal, Sena, 21 de febrero 2022. Foto, Lorenzo Soliz, IPDRS.

En ese marco el IPDRS promueve prácticas adecuadas de manejo de los bosques y de los frutos amazónicos; diversificación productiva para adaptarse al cambio climático; planes de contingencia para prevenir, prepararse y atender amenazas y riesgos naturales y provocados por el hombre, entre otros, con el apoyo de la Unión Europea Ayuda Humanitaria, LACT, KLUB y OXFAM.