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Biodiversidad y cambio climático: “me comprometo a no guardarme nada de lo que aprendí”

 

 

 

 

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En el marco del proyecto “Sensibilización sobre los efectos de la crisis climática y degradación ambiental con jóvenes en la Amazonia”, se realizó el taller creativo “Biodiversidad y cambio climático”, que promueve el IPDRS con el apoyo de OXFAM Bolivia, junto a una treintena de jóvenes, mujeres y hombres, provenientes de los municipios del Sena y Puerto Rico del departamento de Pando.

Tras visitar el bosque de la comunidad Sacrificio, las y los jóvenes participantes del taller retornaron al Sena a compartir el material visual que habían generado tras el desafío de fotografiar la diversidad plantas, insectos y hongos, y la actividad de la zafra; un video actuando como un animal, la grabación de audio del canto de un ave, una selfie sexy con la naturaleza, una selfie creativa en equipo y una foto creativa libre.

Divididos en siente grupos, las y los jóvenes realizaron una enorme cantidad de fotografías, provistos con sus celulares inteligentes y algunos dispositivos prestados. Las facilitadoras notaron la gran cantidad de conocimiento que ellas y ellos tienen sobre las diversas especies vegetales, forestales, medicinales, comestibles, así como de animales, reptiles e insectos. Las fotografías concentraron la atención de todos y finalizamos con varias poses y selfies grupales. Buscando a evaluadores imparciales, tres de los siete grupos fueron los ganadores y recibieron recargas en sus celulares, y finalmente, nos reunimos a compartir las últimas reflexiones. ¿Qué fue lo que aprendí? ¿A qué me comprometo? Fueron las detonantes que motivaron a las y los jóvenes a reconocer que saben muchísimo sobre la biodiversidad, pero que no se habían detenido a observar tan detenidamente, que se deben cuidar todas las especies vegetales y animales, que es necesario tomar acciones sobre la basura y las consecuencias del cambio climático, que la réplica de lo aprendido es fundamental y que incluso prácticas como regar las plantas domésticas, de una formas más consciente, aportan al cuidado y conservación de las especies.

“…yo vivo aquí, pero sinceramente hay insectos que yo no sabía que existían, me gustó mucho, me llamó la atención, compartir con mis compañeros de grupo. Me comprometo a decirles a mis compañeros que cuidemos las plantas, no las abandonemos” explicó Sharín.

Conscientes de los problemas que conlleva el cambio climático y la afectación que tiene en las especies animales y vegetales, pero también en los seres humanos, emergió la idea de la “ayuda” a personas que están en peligro, por la quema de bosques, las inundaciones y otros fenómenos del cambio climático.

“…no todos tenemos el mismo nivel de conocimiento sobre la biodiversidad, conocimos con diferentes nombres, nos gustó los nombres didácticos, me comprometo a no guardarme nada de lo que aprendí, hablar con mis compañeros de Puerto Rico, hablarles sobre el cuidado del medio ambiente, a proponer proyectos para mi curso”, afirmó Walter.

El taller creativo propuesto a las y los jóvenes de los municipios del Sena y Puerto Rico, ha sido el inicio de un diálogo permanente y un intento por sensibilizar a una nueva generación sobre las bondades y servicios que nos ofrece la Amazonía, pero también, sobre los daños y responsabilidades que le debemos a esta y otras ecorregiones naturales.