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Brasil, la Argentina y Uruguay oficializarán mañana la incorporación del país caribeño como miembro pleno, en una nueva cumbre del bloque. Sin embargo, Caracas aún debe asumir todos los compromisos económicos.

El polémico ingreso de Venezuela como miembro pleno al Mercosur anunciado en la última cumbre realizada en Mendoza se verá plasmado mañana durante un nuevo encuentro que se realizará en Brasilia.

Allí, los presidentes Cristina Kirchner, Dilma Rousseff y José Mujica darán la "bienvenida" a Hugo Chávez, en lo que será un acto de fuerte gesto político, pero de escaso contenido formal, ya que Caracas aún debe cumplir con todos los requisitos económicos que implica formar parte del bloque regional.

Para tal fin, el gobierno brasileño envió la semana pasada una misión "del más alto nivel" para acelerar los tiempos para que el quinto país del bloque incorpore todos los instrumentos que requiere el Mercosur. El grupo, recibido el último miércoles por el propio Hugo Chávez, fue encabezado por Marco Aurelio García, asesor para asuntos exteriores de Dilma Rousseff.

El ingreso de Venezuela es fuertemente cuestionado por Paraguay, el otro miembro pleno del bloque que se encuentra suspendido luego de la destitución de Fernando Lugo y la asunción del nuevo presidente, Federico Franco.

El nuevo gobierno paraguayo objeta la supuesta "ilegalidad" del ingreso del país caribeño, precisamente por la falta de cumplimiento de las normas del país que gobierna Hugo Chávez.

Según fuentes del gobierno brasileño, García logró que Caracas incorpore antes de fin de año, entre otras cosas, el sistema de identificación y clasificación de mercaderías, conocido como Nomenclatura Común del Mercosur. Es el paso previo a las desgravaciones arancelarias entre los cinco países del bloque y la inclusión venezolana del arancel externo común.

De todas formas, se calcula que el proceso completo de adecuación de las normas internas venezolanas al bloque regional se completará recién en 2014.

 

La comisión vecinal Santa Lucía, que agrupa a miles de campesinos sin tierras acampados en la zona de Ñacunday, en el este paraguayo, rechazó los resultados del censo de sus integrantes realizado por el Gobierno.

El desconocimiento se hizo público después que el presidente del Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), Luis Ortigoza, planteó que los labriegos y sus familias totalizan mil 200 personas viviendo en carpas junto a los terrenos por ellos reclamados.

El dirigente de los carperos, como se les conoce públicamente, Federico Ayala, impugnó ese estimado, señaló que el conteo estuvo plagado de irregularidades y denunció la acción policial contra muchos de los integrantes del asentamiento.

Según Ayala, ya existe otro anterior, aceptado por el Indert y hasta por el propio Ortigoza, el cual implica la existencia en el lugar de cuatro mil 870 familias y ahora se quiere desconocer a la mayor parte de ellas.

Explicó que el censo fue interrumpido por la falta de planillas para ser llenadas por los campesinos, además de impedir la policía el regreso a sus carpas de casi 900 personas que se habían movilizado fuera del lugar para conseguir abastecimientos para sus familiares y no fueron censados.

Ellos vinieron a hacer ese trabajo y a las 15:00 hora local lo suspendieron porque dijeron no tenían suficientes planillas, puntualizó.

Por su parte, Ortigoza dijo que el censo será ahora depurado para saber si alguno de los campesinos accedió antes a tierras del Estado o si trabaja en instituciones estatales, para después tratar de encontrar solución a los restantes.

De todas formas, ratificó que no hay posibilidad de entregar las tierras por ellos reclamadas, actualmente en poder de una empresa latifundista, por lo cual mas adelante se buscarán en otras zonas, opción ya rechazada anteriormente por los labriegos.

Ayala fue concluyente en reclamar lo que el sector campesino considera sus derechos y amenazó con traer a esta capital a las cinco mil familias de carperos para demostrar su existencia real.

 

La suspensión de Paraguay del Mercosur y la intención de incorporar al bloque a Venezuela representan una amenaza al proceso de integración regional, expresa la Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur (FARM), que está reunida en Santiago de Chile.

En la XXIII Reunión del Consejo Agropecuario del Sur (CAS), que reúne a ministros de Agricultura de la región, se presentó la opinión de la Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur (FARM) sobre la situación institucional del Mercosur.

Menciona que las decisiones políticas del Mercosur de suspender a Paraguay, miembro fundador del bloque, como también la intención de incorporar a Venezuela al actual escenario político representan una amenaza al proceso de integración regional en el que los países del mencionado grupo rural tienen invertidas dos décadas de esfuerzo.

"La FARM entiende que el buen relacionamiento entre las naciones depende del respeto a las decisiones soberanas asumidas por cada país, bajo el principio de no intervención y la libre determinación de los pueblos, siempre y cuando se observen normas constitucionales vigentes", expresa parte de la posición del grupo.

Menciona que en los últimos días, miembros de la Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur se hicieron presentes en la República del Paraguay con el objeto de informarse sobre la situación política institucional por la que atraviesa nuestro país. "En la ocasión, pudieron constatar que en el territorio paraguayo reina un ambiente de calma, rige el estado de derecho así como las libertades públicas".

"Desde la FARM manifestamos a este pleno de ministros la profunda preocupación del sector privado agropecuario por la situación institucional del Mercosur. Al mismo tiempo instamos a los gobiernos a no escatimar esfuerzos en la búsqueda de mecanismos que permitan restablecer la armonía en el relacionamiento entre los países del bloque, de manera a consolidar nuestra posición como potencia proveedora de alimentos para el mundo", expresan también.

 

Representantes de los ministerios de Agricultura de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay se reúnen ayer y hoy en esta capital chilena para debatir sobre cómo potenciar el comercio agropecuario regional con China.

"Los temas que más nos preocupan son los fitosanitarios,especialmente la fiebre aftosa, y la apertura de mercados tan importantes como el chino", dijo a periodistas que cubren el encuentro, el ministro chileno de Agricultura y anfitrión, Luis Mayol.

La XXIII Reunión Ordinaria del Consejo Agropecuario del Sur (CAS), instancia regular que agrupa a los ministros del ramo en Sudamérica, abordará además temas como la fiebre aftosa en la región, el dominio nacional de tierras rurales, y el fortalecimiento de la posición regional en negociaciones internacionales.

La coordinación regional surgió en 2003 para definir los temas prioritarios de la agenda agropecuaria y forestal regional, articular el desarrollo de las acciones acordadas por los gobiernos y potenciar a la región en temas como investigación y desarrollo, agronegocios, seguridad alimentaria y desarrollo sostenible.

Los secretarios de Estado y sus delegaciones expertas en asuntos agropecuarios discutirán cómo avanzar de manera conjunta hacia el desarrollo de los países miembros del Consejo y sobre cómo incrementar la posición de la región sur como una potencia agrícola mundial, con un marcado interés en el mercado con China.

La cita fue inaugurada por el ministro de Agricultura de Chile, Luis Mayol, anfitrión del encuentro, y por el presidente pro tempore del CAS, el ministro argentino del ramo, Norberto Yauhar.

También están anunciados los ministros de Agricultura de Brasil, Jorge Mendes, y de Paraguay, Enzo Cardozo; así como el viceministro de Desarrollo Rurla y Tierras de Bolivia, Víctor Hugo Vásquez, y el subsecretario de Agricultura de Uruguay, Enzo Benech.

 

Representantes de los ministerios de Agricultura de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay se reúnen ayer y hoy en esta capital chilena para debatir sobre cómo potenciar el comercio agropecuario regional con China.