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Fuente: Sputnik 

Los 17 pueblos indígenas bolivianos que habitan la ribera de los ríos Beni, Quiquibey y Tuichi, en el norte del departamento de La Paz, se mantienen en alerta para evitar la construcción de dos centrales hidroeléctricas en la zona, dijo la secretaria de culturas y turismo de la comunidad Uchupiamonas, Ruth Alipaz.

"Estamos en alerta permanente para evitar que el Gobierno construya las hidroeléctricas del Chepete y El Bala", dijo el representante indígena. Alipaz explicó que durante 12 días de vigilia en la zona, los 17 pueblos que viven en las riberas de los ríos Beni, Quiquibey y Tuichi (oeste) lograron que se retiraran del lugar las empresas Geodata y Servicom, que realizaban estudios de factibilidad.

Fuente: Servindi

Franz Chávez/ Servindi

IPS, 2 de diciembre, 2016.- Las lluvias asomaron finalmente en Bolivia, aunque con gran retraso, rompiendo la peor sequía en 25 años, que ha impactado la actividad agrícola, con miles de pequeños productores lamentando la muerte de ganado y mirando languidecer sembradíos, y el gobierno organizando acciones de emergencia. 

Fuente: Página 7 

Algunos de los afiliados a la Federación de Productores de Leche de La Paz decidieron emigrar a Argentina y Brasil, dijo su dirigente.

El presidente de la Federación de Productores de Leche de La Paz, Edwin Cornejo, informó que decenas de sus afiliados están dejando esta actividad económica que se hizo insostenible por la falta de agua y los bajos precios que reciben de PIL.

El dirigente afirmó que ya ha recibido 67 solicitudes de productores para dejar temporalmente la federación, por la falta de provecho económico. Aseguró que entre estas personas hay quienes emigraron a Argentina y Brasil para conseguir ingresos.

Fuente: Erbol Digital

Alfredo J. Zaconeta Torrico/Erbol Digital

Con la cabeza llena de canas, a causa de un duro trajín de sus luchas y las manos empuñadas con signos de impotencia, María Luisa Rafael Ticala, Secretaria de Relaciones de la Coordinadora en Defensa de la Cuenca del Río Desaguadero, los lagos Uru Uru y Poopó (CORIDUP), cuenta a Erbol su tragedia: la sequía del Poopó, su lago y modo de vida.

María, originaria del ayllu Cabeza Primera – Tapacari, Comunidad Querarani del Municipio de Poopó, departamento de Oruro, relata las tragedias que marcaron la vida de su comunidad.

Fuente: El Deber

Marelo Tedesqui/ El Deber

Sequía, desvío de aguas para otros fines, calentamiento global y contaminación de las mineras han confabulado contra el lago Uru Uru, ubicado en Oruro, y han generado un escenario catastrófico. No hay agua, situación que provoca la muerte de los animales o los obliga a migrar y llena de desesperación a los pobladores, que ven que sus medios de subsistencia se escapan de las manos, provocando la desesperación.

En febrero, Oruro se enfrentó con la noticia de que el lago Poopó, que tenía más de 2.300 kilómetros cuadrados y era el segundo más grande de Bolivia en extensión, se había quedado sin agua. Ahora el lago Uru Uru, de 135 kilómetros cuadrados, que se apreciaba a la salida de la ciudad por la vía a Pisiga, es el que ha desaparecido.